Özil, el punto de mira. Junto a Xabi Alonso, el alemán es el que se asocia con los de arriba y conecta el juego del equipo mediante su clase y sus pases marca de la casa. Elegancia en estado puro, un regalo para los delanteros y una pesadilla para los oponentes.
Kaká, el silenciador. Tras no mostrar el nivel que le hizo reinar en Europa con el Milán las temporadas anteriores, parece que Ricardo vuelve a sonreír. Parece que ha recuperado su mejor forma, pues calidad nunca le ha faltado. Sin hacer mucho ruido, en los últimos partidos está brillando con luz propia.
Higuaín, el gatillo. El “Pipita” cuando tiene ocasión, decide en décimas de segundo. Tiene el gol entre ceja y ceja y la ausencia durante tanto tiempo debido a la lesión de hernia le había hecho perder la titularidad. Marcando de tres en tres, ha disipado las dudas y ahora es Mourinho el que debe decidir entre él y Benzemá.
Di María, el proyectil. El argentino es velocidad pura y talento a la hora del desborde y de regatear. Letal en el uno contra uno, es el recambio que todo entrenador querría tener en su plantilla. Debe trabajar y pelear por la titularidad, pues el puesto está caro.
Benzemá, el cargador. Marca desde cualquier posición y de todas las maneras. Junto con Kaká, el que más debe demostrar de los seis. Su pérdida de peso y la confianza de Mourinho le han vuelto a ser el “killer” que era en Francia. Tiene que pelear para ser la referencia arriba.
Cristiano, el disparo. Poco hay que añadir que no sepamos ya sobre uno de los mejores jugadores del mundo. Exquisito en casi todo, cuando arma la pierna es sinónimo de gol. Un verdadero matador en el área rival.
Seis hombres para cuatro puestos, un bendito “problema” para Mourinho.
Sergio Cabanillas
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