Muchas veces la gente se aferra al tópico que corre mucho los 90 minutos pero le falta técnica y regate, pero le sobra visión de juego y precisión con las dos piernas, además de una gran facilidad en el juego aéreo. Se ganó a su afición después de un partido loco de semifinales de Copa del Rey en su estadio contra el Sevilla, y lo veneraron al hacer soñar a su equipo después de marcar el primer gol en la final del torneo del K.O contra el FC Barcelona. Lo llaman “el león incansable” o “lehendakari”, y celebra sus goles emulando a John Cena, un famoso luchador, debido a una broma que tiene con sus amigos. Sí, es Gaizka Toquero Pinedo.
A parte de su sacrificio en el campo, Toquero tiene una bonita historia a sus espaldas. Empezó en las categorías inferiores de la Real Sociedad y de ahí, lo ficho el Deportivo Alavés que militaba en 2ª B. Ahí estuvo 2 años hasta que el Lemona (2ª división B) se fijó en él. En el Lemona tenía un doble oficio: el de jugador de fútbol, y a la vez, para ganarse unos ahorrillos también era el limpiabotas. Del club vizcaíno pasó a ser jugador del Sestao River (2ª división B) y de ahí después de una gran temporada, lo fichó el Athletic Club para dar el salto a Primera División. El sueño fue efímero, pues no acabó de entrar en los planes del técnico de entonces, Joaquín Caparrós, y le volverían a ceder, esta vez al Eibar (2ª división) antes de que pudiera consolidarse en la máxima competición nacional. Ya en Primera, recibió el dorsal 2 (poco ortodoxo para un delantero) y con mucha gratitud y humildad luchó por hacerse un hueco en el equipo. Su gran compenetración con Fernando Llorente le hizo enseguida ganarse la titularidad y formar una dupla atacante letal para los rivales. Tanto que esa misma temporada el Athletic logró llegar a la final de Copa del Rey, convirtiéndose Toquero en el primer jugador de la historia que llegaba a una final copera después de iniciar con otro equipo la competición (Eibar). Hasta el todopoderoso Barça de Guardiola, que acabaría ganando el triplete esa misma temporada, sufrió para derrotar a un gran Athletic Club en la final. En aquel momento se convirtió en el preferido de la afición, que le dedicaba cánticos como “Ari, ari, ari, Toquero lehendakari” o “ni Messi, ni Agüero, Gaizka Toquero”.
Actualmente no está entrando en los planes del nuevo entrenador Marcelo Bielsa, un grave error para el conjunto vasco, pues el poder de lucha que tiene Gaizka tanto a la hora de defender como de atacar, hace que sus compañeros tengan menos tareas y pueda beneficiar al punta número uno del equipo, Fernando Llorente.
Todos sabemos que Toquero no se va a rendir, y hasta que el cuerpo se lo permita va a seguir luchando por hacer lo que más le gusta: jugar al fútbol. Es una pena que queden tan pocos jugadores como él.
Albert Miret
Soy del Athletic y Toquero se deja el alma en el campo, pero el chico más malo no puede ser.
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